Tratamientos con ácido hialurónico en Barcelona

Los efectos secundarios son mayoritariamente beneficios, ya que se trata de un componente extremadamente hidratante porque tiene la peculiaridad de atraer moléculas de agua.

Además, en la zona tratada se estimulan los fibroblastos, que son los encargados de generar colágeno y elastina.

Por lo que cuando se haya reabsorbido el producto siempre quedará una piel más tensa y llena de colágeno, y no más flácida como erroneamente se suele pensar.

Si nos preocupa la seguridad médica, tenemos que saber que la elección de un/a médico estético con experiencia es la clave para reducir al mínimo los bajos riesgos que presenta este tratamiento.

Los efectos secundarios más habituales pueden ocurrir a corto o medio plazo.

Son leves, puede ser una leve inflamación en la zona tratada durante los tres primeros días. Que desaparecerá a lo largo de las dos primeras semanas. 

En algunos casos pueden aparecer algún pequeño moratón por haber roto alguno de los muchos capilares existentes de la zona tratada.

Si aparecen, se recomienda no tomar el sol para que sigan su curso natural de absorción en pocos días y desaparecer completamente.

 Otro síntoma que puede aparecer derivado del hialurónico son pequeños bultos en la zona tratada que no suelen percibirse a simple vista pero que el paciente puede notar.

Se trata de pequeñas acumulaciones del producto debido al movimiento de la zona, que con un simple masaje se aplanan y no vuelven a aparecer.

Los casos de efectos secundarios graves son escasos y se pueden prevenir o solucionar rápidamente aplicando los protocolos de actuación médica que el doctor conoce y tiene muy presente durante todo el proceso del tratamiento.

Antes mencionábamos que este componente se encuentra presente en el cuerpo y que cuando se utiliza como relleno suele reabsorberse de forma natural. 

Hay que saber que en medicina estética cada marca fabrica distintos tipos de densidades, que el médico empleará según los efectos que queramos conseguir o según la zona que haya que tratar.

Por ejemplo, en las ojeras se suele utilizar un producto de densidad baja, para evitar complicaciones en esa delicada y anatómicamente compleja zona.

En el tratamiento estético de hidratación de labios también se suele inyectar un producto de densidad baja para no ganar volumen, sino hidratación.

En cambio, para moldear zonas como la nariz, la mandíbula o pómulos, se hace a nivel dérmico mas profundo con la intención de devolver a su lugar los tejidos que han perdido volumen con los años o por el deporte intenso.

Para soportar el peso de estos tejidos, es necesario utilizar una densidad más alta.

Que un producto sea de menos densidad no necesariamente implica que se vaya a absorber mucho más rápido.

Aunque en casos de pacientes con un metabolismo acelerado se puede valorar aumentar la densidad del producto en su próximo tratamiento.

Es por ello que se recomienda seguir con el mismo médico estético a pesar de que los resultados no hayan sido óptimos la primera vez.

 Así se podrá estudiar el caso y adaptar los próximos tratamientos a las necesidades individuales de cada cuerpo para conseguir resultados óptimos.

Se han detectado algunos casos en los que las densidades más altas pueden dejar algún resto de producto después de su período de absorción.

Aunque no hay que confundirlos con volúmenes logrados por la producción de colágeno del propio cuerpo que se ha generado en la zona gracias al tratamiento realizado.